Ciego de Ávila sale delante en la final

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Universo Béisbol
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3 min readMay 21, 2012

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Vladimir estuvo inmenso durante nueve episodios. (Foto: Yamil Lage/CubaDebate)[/caption]

Por Reynaldo Cruz

En un partido que estuvo tal vez negativamente marcado por la demora a causa de la lluvia, los Tigres de Ciego de Ávila golpearon primero y vencieron a los poderosos Industriales en la apertura de la gran final de la 51 Serie Nacional de Béisbol, con faena completa del “Cañón de la Trocha” Vladimir García, quien tuvo en Odrisamer Despaigne a un digno rival.

El partido fue dominado por el pitcheo, pues durante seis entradas se mantuvo el empate a cero, hasta que Yoelvis Fiss abrió el séptimo inning con sencillo por el campo corto, y se movió a segunda por sacrificio de Yorbis Borroto. En ese mismo instante, Luis César Valdés pidió la pelota y mandó a detener el partido.

El encuentro demoró unas dos horas para reiniciarse, y cuando comenzó, ya Odrisamer no fue el mismo.

Con Fiss en la intermedia, Isaac Martínez recibió boleto intencional y Lisdey Díaz disparó cohete a la banda derecha y llenó las almohadillas. En ese momento, cuando compareció Ricardo Bordón, el árbitro principal aumentó uno o dos pies la zona de strike hacia la esquina exterior, y eso en lugar de ayudar a Despaigne, lo perjudicó. En dos strikes sin bolas, el diestro capitalino lanzó dos pelotas buscando la esquina, que burlaron al receptor Lisbán Correa — y muchos fanáticos de los azules extrañaron a Frank Camilo Morejón — y provocaron dos carreras y el avance de Lisdey a la antesala.

Bordón fue dominado de tercera a primera — que habría sido doble play de no ser por esos dos fatídicos envíos — y luego Raúl González conectó doble hacia la pradera derecha.

Industriales descontó por hit de Alexander Malleta, que avanzó a segunda por una rolata y a tercera por wild pitch — que un mejor receptor habría bloqueado. Yasmani Tomás empujó la carrera con roletazo por segunda base.

Luego, en el noveno inning, Malleta recibió pelotazo, avanzó a segunda por otra rolata de Serguey Pérez; Tomás lo remolcó con un machucón que pasó cerca del guante de Yorbis Borroto pero que siguió viaje al centerfield y puso el partido 3–2.

Carlos Tabares levantó a las tribunas con un enorme batazo por el jardín izquierdo que se fue a dos metros de la varilla de foul, antes de ser dominado en línea a las manos de Rusney Castillo en el derecho. “Fui a pegarle a la bola,” dijo Tabares, “y le di donde tenía que darle.”

Definitivamente fue un buen partido, como se esperaba de estos dos conjuntos y con esos dos lanzadores en las respectivas colinas. Sin embargo, me parece que el arbitraje dejó mucho que desear: Valdés amplió la zona a favor de los azules y redujo la zona en contra de los avileños, lo que fue definitivamente evidente, pues hasta el narrador se “equivocó” en el conteo. Así de evidente fue.

Otra vez Vladimir García gana por la mínima (le dieron solamente tres imparables), pues el equipo no produjo mucho, aunque tenía delante a Odrisamer Despaigne y era evidente que no se podía producir mucho… de hecho, esas tres carreras fueron demasiado. Cuando se interrumpió el partido, Odrisamer mostró agotamiento, pues mermó en su velocidad en principio — aunque luego se volvió a encaramar sobre las 90 millas por hora –, mientras que Vladimir, por el contrario, disparó un rectazo de 92 mph en su primer envío luego del impasse y logró alcanzar las 95.

Estadio Latinoamericano
Equipo 123 456 789 C H E
Ciego de Ávila 000 000 300 3 7 1
Industriales 000 000 101 2 3 2
Ganó: Vladimir García
Perdió: Odrisamer Despaigne

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